Una de las adicciones más comunes
Aunque no se habla mucho de ello, una de las dependencias más comunes en nuestra sociedad es la causada por la adicción a los analgésicos con prescripción médica, ya que su empleo es muy frecuente a la hora de tratar diversas dolencias y dolores crónicos, así como en tratamientos postoperatorios.
En parte, el principal motivo de que esto sea así es porque muchos de estos analgésicos, aunque el paciente siga las dosis de prescripción , al cabo del tiempo, pueden resultar altamente adictivos, incluso cuando la persona no es consciente de este peligro, puesto que la toma continuada de los mismos puede llevar a la persona a desarrollar un alto nivel de tolerancia, haciéndola necesitar dosis mayores cada vez para obtener los mismos efectos y resultados.
En algunas ocasiones, esto puede derivar en un mal empleo de los mismos, al auto-medicarse la persona, aumentando las dosis o reduciendo el tiempo de toma de los fármacos y, con ello, llegando a experimentar síndrome de abstinencia al abandonar un tratamiento, lo que es un signo inequívoco de dependencia.
Efectos de los analgésicos
Los analgésicos actúan sobre el sistema nervioso central y se consideran depresores del mismo.
Aunque los analgésicos pueden ser de diferentes tipos, muchos de ellos son substancias que derivan de los opiáceos y que se unen a los receptores del cerebro bloqueando la sensación de dolor.
Este tipo de medicamentos con receta están entre los más adictivos, y tienen, además, unos posibles efectos secundarios que pueden en algunos casos ser muy frecuentes y que van desde mareos y nauseas, a estreñimiento, disminución de la frecuencia cardíaca, hipotensión arterial, o inclusive a causar complicaciones más graves como la pérdida de conocimiento, el coma o la muerte.
Interacciones con analgésicos
Es muy importante intentar evitar interacciones en el uso de analgésicos, ya que en muchos casos pueden derivar súbitamente en unos efectos secundarios importantes.
La interacción de ciertos fármacos opioides con el alcohol, puede llegar en los casos más extremos a provocar un coma o el fallecimiento del paciente.
También incluimos en este tipo de interacción y efectos a los analgésicos no narcóticos, como el ibuprofeno o el naproxeno, que consumido con alcohol o con otros medicamentos, puede llegar a causar un paro cardíaco o provocar hipertensión y otras muchas complicaciones.
Es recomendable poner interés si se va a pasar por un tratamiento con analgésicos y otros fármacos, y consultar a los médicos para tener un conocimiento sobre posibles interacciones y peligros al combinarlos con otros tipos de medicamentos y sustancias.
Algunos analgésicos con receta con los que debemos tener precaución
Muchos de estos medicamentos con prescripción contienen sustancias y principios activos altamente adictivos.
Es cierto que algunos presentan un mayor potencial adictivo que otros a la hora de causar dependencia, sobre todo en tratamientos de larga duración, como es el caso de después de cirugías complicadas con larga recuperación.
Entre algunos de estos medicamentos comunes y con los que debemos tener precaución se encuentran los siguientes fármacos con prescripción:
- Codeína: es un analgésico opiáceo . Más suave que muchos otros opiáceos, a menudo se receta para dolores leves y moderados, aunque puede ser abusado igualmente y, en ocasiones, servir como principio de tratamientos con otros medicamentos más fuertes, por lo que, según el caso, puede llegar a resulta más peligroso .
- Demerol: También conocido como meperidina. Es muy adictivo y, por este motivo, no suele ser frecuente que se recete fuera de un ámbito hospitalario. El efecto es parecido al de otros narcóticos como la morfina.
- Fentanilo: Suele ser usado en casos de dolor extremo, donde la morfina ya no hace efecto, puesto que tiene una potencia hasta 100 veces superior. Es muy peligroso y últimamente se han detectado picos en su uso y miles de adictos a esta sustancia.
- Dilaudid: También conocido como Hydromorphone, es una substancia recetada para el dolor intenso en casos específicos y muy específicos, puesto que tiene muchos peligros, ya que puede causar fácilmente problemas respiratorios y sobredosis.
- Metadona: Usada para tratar intensos dolores y adicciones a otras sustancias opiáceas como sustitutivo, también puede causar dependencia.
- Hidrocodona: La falsa creencia entre adolescentes de que el uso de la hidrocodona, principio activo del Vicodín, es más seguro que otros opiáceos, a menudo provoca el abuso de esta sustancia, altamente peligrosa y adictiva en ciertas dosis. Se administra a menudo también con paracetamol.
- Oxicodona: este analgésico es uno de los más recetados y, según diversos estudios también de los más adictivos.
- Morfina: La morfina ha sido y es, desde hace mucho tiempo, un potentísimo analgésico contra los dolores crónicos, y su uso suele ser restringido a los hospitales. Es eficaz y altamente adictivo, y puede causar efectos secundarios graves y mortales. Su uso debe ser monitorizado con cuidado.
¿Cómo identificar una adicción a los analgésicos?
Algunos signos de que puede haberse comenzado una dependencia son:
- El consumo diario de los mismos
- La necesidad de la persona de llevarlos consigo permanentemente
- Tomar dosis más altas para sentir alivio u obtener los mismos efectos
- Disminución de los tiempos entre las tomas
- Síntomas negativos al no consumirlos
- Auto-medicación
- Continuar tomándolos a pesar de los efectos adversos
Algunas personas comienzan a intentar comprar medicamentos analgésicos sin tener receta en mercados online en Internet e incluso de manera ilegal en la calle para poder consumirlos, lo
que ha generado un gran mercado secundario fuera de la legalidad que genera millones anualmente.
Recovery Centro, es centro de desintoxicación en Cádiz, especializado en el tratamiento de adicción a sustancias.
En Recovery Centro, empleamos el modelo cognitivo conductual, las técnicas de refuerzo positivo, además de técnicas de exposición imaginal (en el caso que sea necesario) combinadas con la reestructuración cognitiva que permite que se produzcan los cambios conductuales.
El tratamiento comienza realizando una valoración inicial del paciente, que nos ayuda a conocer su situación y a gestionar un plan a medida de sus necesidades. Este proceso de desintoxicación de drogas contempla terapias tanto individuales como grupales cuya finalidad es que el adicto tome conciencia de la enfermedad que está sufriendo y comience a ver las maneras que tiene en su mano para hacerle frente.
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