En la evolucion de la adicción , se desarrollan diferentes etapas que mantienen la conducta adictiva, estas etapas suelen tener componentes físicos, psicológicos y emocionales. A pesar de las dificultades que conlleva salir de un proceso adictivo, es completamente posible. Entender en qué consiste la adicción y cuáles son las diferencias fundamentales con el estado de recuperación, puede ayudar a consolidar los avances a la hora de recuperar la salud.
Adicción en activo. ¿En qué consiste?
El consumo de drogas produce una alteración tanto a nivel físico como psíquico, así como modificaciones en el comportamiento de quien las consume.
En la dependencia de cualquier sustancia, no es solo el organismo lo que determina un papel activo en el consumo de esta, sino que la mente del adicto juega un papel fundamental generando pensamientos con una base irracional que van más allá de la necesidad física de consumo y se enfocan y argumentan en propiciar nuevos consumos. Es decir, aparece una obsesión y unas ansias incontrolables de volver a consumir la sustancia, con el fin de experimentar sus efectos psíquicos o, en determinadas ocasiones evitar el malestar que causa no poder consumirla.
De esta manera, podemos distinguir entre dependencia física y dependencia psicológica, aunque por regla general, ambas se dan simultáneamente.
La dependencia física hace referencia a la necesidad fisiológica de mantener determinados niveles de alguna substancia en el organismo y a la neuroadaptacion del mismo a la presencia de la droga, es decir, cada vez se necesita consumir más para percibir los mismos efectos.
Las características fundamentales de la dependencia física son la tolerancia y el síndrome de abstinencia.
La tolerancia es el proceso de adaptación biológica mediante el cual la capacidad de respuesta del organismo disminuye frente a la misma cantidad de droga.
El síndrome de abstinencia hace referencia a un conjunto de síntomas físicos y psíquicos comunes para cada grupo de droga que aparecen cuando esta se deja de consumir.
Pero también hay otras tales como:
- El deseo intenso de consumo
- Un uso abusivo o más prolongado del pretendido.
- El abandono de las actividades rutinarias y las relaciones sociales y familiares o el descuido de las responsabilidades.
- La continuidad del uso de la sustancia aun conociendo las consecuencias negativas del mismo etc.
En resumidas cuentas, la adicción, es una enfermedad crónica que se caracteriza por la búsqueda y consumo compulsivo de drogas y que suele cursar con recaídas, a pesar de las consecuencias negativas para quien las consume y para su entorno.
Mientras una persona se encuentra inmersa en el proceso adictivo, su percepción acerca de la realidad está distorsionada, y en la mayoría de los casos hay un deterioro físico, mental y emocional. Para superar la dependencia es necesario cortar con los hábitos adictivos que mantienen la adicción y empezar una nueva manera de hacer las cosas desde una perspectiva constructiva.
No siempre resulta fácil, puesto que los factores implicados son múltiples y en muchos casos, la adicción coexiste junto con otros trastornos, pero con la ayuda necesaria, se puede iniciar un proceso progresivo de sanación y recuperación.
¿En que consiste la recuperación?
El proceso de rehabilitación de cualquier tipo de adicción es complejo y varia de una persona a otra, pero en todo caso, se caracteriza por el deseo de abandonar el consumo de la substancia que mantiene la adicción y superar la dependencia de la misma, tanto a nivel físico como mental.
De la misma forma que el proceso de dependencia se genera de manera progresiva, pasando del consumo por placer, al consumo para evitar el malestar, el proceso de recuperación de la dependencia es un recorrido en sentido inverso en el que, recuperar, poco a poco, los patrones normales de conducta, es progresivo donde, se debe lidiar con los efectos negativos del abandono de las sustancias o conductas adictivas . Estos efectos negativos, son siempre pasajeros y producto de esa dependencia, donde la mayor carga es psicológica, por lo que, con la ayuda necesaria es posible sortear los obstáculos hasta recuperar el bienestar, físico, psicológico y emocional.
Estar en recuperación es encontrarse por tanto en ese proceso de deshabituación e implica un cambio de costumbres y la necesidad de un esfuerzo mental y emocional para desligarse de los antiguos patrones de comportamiento adictivos.
La dependencia psicológica, es el aspecto más difícil de superar, puesto que la necesidad de mantener esta conducta que, incluso la persona, sabe que le daña, puede tener relación con otros trastornos psicológicos o con problemas emocionales, familiares o sociales que también deben de ser afrontados.
La ayuda profesional es necesaria en la mayoría de los casos, puesto que no basta con la fuerza de voluntad, ya que el arraigo de las conductas adictivas está muy interiorizado.
Fases del proceso de recuperación
Podemos hablar de forma general de cuatro fases en el proceso de recuperación:
La fase de abstinencia
En esta fase se abandona consumo de la sustancia o sustancias, con la consecuente aparición en la mayor parte de los casos del síndrome de abstinencia. Es la fase de desintoxicación del organismo y trae aparejada una serie de síntomas como pueden ser la ansiedad, la baja energía, la irascibilidad, los deseos intensos de consumir, la depresión etc.
Pero esta fase va poco a poco remitiendo y suele tener una duración de entre una y dos semanas, tiempo en el que el organismo de la persona vuelve a reajustarse a nivel neuroquímico.
Es un momento en el que es de gran ayuda contar con ayuda especializada y con el apoyo de la familia.
La fase de recuperación temprana
Tiene una duración de entre cuatro y seis semanas. El mayor peligro de esta fase es el exceso de optimismo, puesto que la energía de la persona, al dejar de consumir y limpiar los rastros de substancia de su cuerpo, aumenta y, este hecho, puede dar una falsa impresión de seguridad. Es un momento en el que, el apoyo externo, es sumamente importante, así como el manejo de determinadas herramientas y la comprensión del proceso adictivo para evitar una recaída.
La fase de abstinencia prolongada
Muchos pacientes viven esta fase como un retroceso. La energía es baja y suele darse una descompensación emocional en la que aparece cierta tristeza o apatía. La persona debe enfrentarse a profundos cambios en su estilo de vida y en su forma de relacionarse con el mundo, pero esta sensación irá pasando con el tiempo, así como los deseos de consumo.
La fase de adaptación
En esta fase se han superado por completo los síntomas de abstinencia física, pero la persona debe aprender a mantener su estilo de vida y aceptar que debe extenderse en el tiempo. En esta fase es importante el seguimiento y no se debe bajar la guardia a pesar de los avances. La estabilidad emocional comienza a alcanzarse.
En definitiva, el proceso de recuperación requiere de la implicación por parte de la persona y del apoyo de su familia y personas cercanas, así como de los profesionales capaces de aportar las herramientas necesarias para apoyar a la persona que padece la adicción en cada una de las fases de su recuperación y en su posterior seguimiento.
En Recovery Centro somos especialistas en adicciones, si tienes alguna duda, buscas ayuda o necesitas información, contacta con nosotros.