Apostar es un juego de azar, una opción de entretenimiento que debería por tanto, divertir o servir de distracción. Sin embargo, cada vez es más común la adicción a las apuestas online. En este post te ayudamos a detectar si tienes los síntomas de la adicción al juego, en concreto, la ludopatía por Internet.

 

Cómo detectar la adicción a las apuestas online

El póker, el casino, las tragaperras o las apuestas deportivas: jugar por Internet es más adictivo que el mismo juego en modo presencial. Esto es debido a que se unen factores de las nuevas tecnologías que aumentan su capacidad de la adicción al juego: su disponibilidad, accesibilidad, la inmediatez de la recompensa, la ilusión de control, el programa de reforzamiento parcial y la activación psicofisiológica. Está diseñado para que sea adictivo. A un golpe de click y apuesta!!!

Apostar se convierte en juego patológico cuando aparecen los criterios de las conductas adictivas: tolerancia, abstinencia, pérdida de control, interferencia con actividades cotidianas y pérdida de interés en actividades placenteras. Los juegos de azar se convierten en problemas de juegos, y éstos en un problema de adicción. La conducta adictiva a los juegos de azar es necesario detectarla cuanto antes y poder tratarla. A continuación te damos algunas claves para detectar que existe un problema de adicción:

 

1# Cuando ya no es ocio. El  juego no divierte

Ya no lo pasas bien, porque te sientes mal después de jugar o perder dinero. Excepto el momento exacto de ganar o creer que vas a ganar. En ese preciso instante, te sientes sobreexcitado.  En realidad lo que te pasa es que te colocas.

Remordimientos y deudas es lo que vas ganando. Estás sufriendo por impotencia. Es un trastorno que te ha creado esa necesidad. Al apostar lo calmas algo, pero luego volverá con más fuerza. Es la abstinencia.

 

2# ¿Sin conexión? Imposible

No puedes soportar estar sin conexión. Al ser apuestas por la red, necesita estar conectado. La idea de no llevar encima un dispositivo que te permita hacerlo, te pone nervioso. Por eso, vas dejando de hacer actividades que te gustaban si crees que no va a haber conexión. Estás obsesionado.  

 

3# Sin límites

Ha aparecido la tolerancia. No puedes parar. No te quedan límites ni de tiempo ni de dinero. Cada vez juegas más horas y apuestas cantidades mayores. Te cuesta levantarte de la mesa. Es a lo que más horas dedicas. Lo priorizas ante todo lo demás. De hecho, no duermes bien. Te despiertas con ganas de jugar o si no has llegado a ese punto, duermes intranquilo, nervioso o no descansas bien.

La pérdida de control es un síntoma claro para diagnosticar esta enfermedad. Te  gastas lo que tienes y eso ya es un problema o gastas más dinero de lo que puedes. Te lo gastarías todo. Es la espiral del juego patológico.

Sigues jugando para recuperar lo perdido y a pesar de ser consiente de los problemas que te está causando. Tienes deudas por culpa del juego.  Puede que robes, que cojas las tarjeta de crédito de otros, que les cargues las deudas a tus familiares o tengas que vender cosas para sacarlo de algún sitio. El juego está preparado para que pierdas.

 

4# Sin interrupciones

No puedes soportar que te interrumpan cuando estás en tu habitación o despacho frente a tu ordenador. Te ha cambiado el carácter, te enfadas y puede que tengas accesos de ira.

 

5# Mejor solo

Lo único que te apetece es estar a solas para poder jugar. Cada vez pasas menos tiempo con tu familia y amigos. No te llena estar con ellos, porque tu cabeza está en otras cosas: en el juego. Estás alejándote de todo. Rehúyes a todo el mundo excepto el tiempo que no tienes más remedio que compartir.

La familia te lo recrimina y te echa en cara tu obsesión. Quizás hasta discutes con ellos porque no dejas de mirar el teléfono y es que no puedes evitar estar mirando los resultados y apostando.

 

ludopatia

 

6# Te crees a salvo de miradas

La  negación es un síntoma. Como  no tienes que preocuparte de que otros te vean, te autoengaños. No necesitas preocuparte por tu imagen, porque se chiven, por vivir la realidad. Es la ventaja de apostar online. Para ti es una desventaja. Te ayuda a engancharte más. Nadie va a confirmar lo que ya intuyes en tu irrealidad, que estás desarrollando una adicción al juego.  Crees que lo tienes más fácil por eso. Pero al final, se darán cuenta. Es una enfermedad progresiva que cada vez va a más.

 

7# Atrapado en las luces

Te gustan más los intermedios de los partidos, con toda la publicidad y tentaciones. Se te van los ojos detrás de los carteles y anuncios de apuestas. Te estimulan mucho. Los ves en tus sueños

Además sólo ves los partidos para poder apostar. Mientras la gente disfruta del deporte como juego, tu cabeza está sólo en las apuestas. Sin darte cuenta, el único centro de tu atención cada vez más, es la posibilidad de apostar y ya todo lo demás, pierde su sentido para ti.

 

8# ¡Una y no más!

Lo has intentado dejar.  Sabes que te está perjudicando y aún así  sigues jugando. Te repites que esta vez será la última, pero al final caes. Te has marcado un límite para probarte y aún así, sigues sobrepasándolo.

La adicción al juego online es un trastorno con graves consecuencias para la persona que se caracteriza por el deseo compulsivo de jugar apostando.  Es la una adicción sin sustancia. Requiere tratamiento especializado.