La droga ilegal más consumida por los jóvenes es el cannabis. Piensan que no crea adicción porque pueden estar días sin consumirlo sin síndrome de abstinencia. Esto se debe a que tarda mucho en eliminarse del organismo. No es una droga inocua y crea dependencia. Vamos a hablar de cómo fumar porros habitualmente puede desarrollar adicción, entre otras consecuencias.

Consecuencias de fumar porros a diario

Consumir porros de marihuana o hachís a diario tiene unas consecuencias sobre la salud física y mental del fumador. Una de las más graves es la posibilidad de desarrollar la adicción, una enfermedad primaria y crónica que puede ser mortal.

¿Los porros crean adicción?

, pero no todo el mundo que consume va a desarrollar la adicción. 

Hay estudios con humanos, que son más complicados que los hechos en ratas de laboratorio. Es más difícil controlar la dosis, muchos consumidores toman más sustancias al mismo tiempo y también depende de otros factores individuales. 

Sin embargo, está demostrada la capacidad adictiva de fumar porros. La adicción del cannabis se basa en que:

  1. Desarrolla tolerancia. El abuso de la sustancia hace que el individuo necesite consumir más para obtener los mismos resultados. Experimentos en humanos han revelado que se desarrolla rápidamente. Pero también depende de la dosis y de la frecuencia con que se administre. Si una persona fuma diariamente es mucho más fácil que desarrolle la adicción. 
  2. De la  predisposición genética a la adicción. No todo depende de la droga. Esto quiere decir no que lo hayan heredado, que también es un factor de riesgo, sino que tienen un cerebro más vulnerable a que el consumo de sustancias psicoactivas le provoque cambios persistentes en la estructura y el funcionamiento. La plasticidad del cerebro es otro factor de riesgo, por eso, los adolescentes son más vulnerables.
  3. Según las características individuales y sociales de la persona, de los factores de riesgos y protección que tenga, el consumo continuado desarrolla dependencia psicológica en un mayor o menor grado. Se constata en la interrupción del consumo. Aparece el síndrome de abstinencia: irritabilidad, inquietud, agresividad, ansiedad, náuseas, temblores, diarrea, síntomas depresivos y deseo de consumir la droga. Es cierto que el síndrome de abstinencia no es tan espectacular como el de la cocaína y la heroína, pero eso no significa que no exista.
  4. Por último, lo que provoca la adictividad del cannabis es el valor reforzante que tiene, por el que más se consume. Se debe a la estimulación del sistema de recompensa límbico que está mediado por la dopamina y otros opioides endógenos. Resulta en el incremento de la liberación de dopamina en el núcleo accumbens del cerebro. Cuando el cerebro se acostumbra y memoriza ese valor reforzante placentero, por el mecanismo de acción sobre los neurotransmisores del cerebro, dejará de funcionar correctamente. Como si se agotasen las reservas de dopamina.

No es una sustancia inocua en absoluto y aproximadamente entre un 9 y un 10% de la población desarrollará la adicción.

 

 

Consecuencias de fumar porros cada día

El cannabis atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y por tanto, se distribuye con facilidad. 

Su principal activo es el THC, tetrahidrocannabinol. Es liposoluble, acumulándose en el tejido adiposo como puede ser el cerebro y los testículos. Por tanto, la degradación es muy lenta y la droga va desapareciendo excretada lentamente entre 3 y 5 días. Cosa que no ocurre si el fumador es crónico. 

Su metabolismo se hace prácticamente a través del hígado, del sistema nervioso central y de la mucosa del intestino delgado. Uno de sus metabolitos más importantes es el 11 hidroxi- THC , con actividad farmacológica y que puede ser el responsable de la mayoría de efectos en los consumidores crónicos.

  • El cannabis tiene efectos sistémicos agudos sobre el sistema cardiovascular, el respiratorio, efectos oculares, gastrointestinales, efectos sobre los músculos, inmunológicos, endocrinos con la disminución de hormonas sexuales y por supuesto, durante el embarazo y la lactancia. 
  • Además hay individuos que pueden experimentar consecuencias muy negativas durante su consumo. Una intoxicación puede provocar un ataque psicótico, una crisis de pánico o ansiedad o precipitar una esquizofrenia con o sin tener antecedentes. 
  • Los usuarios frecuentes de esta droga presentan déficits neuropsicológicos y diferencias en el funcionamiento del cerebro.  Se han estudiado con técnicas de neuroimagen. Presentan mal funcionamiento y deterioro de la memoria, la atención, del funcionamiento ejecutivo, el aprendizaje, el control inhibitorio y toma de decisiones. 
  • Desarrollan trastornos psicológicos como depresión, manía, trastorno bipolar y otras enfermedades mentales. Entre ellas, la propia adicción, con modificaciones conductuales. 
  • Riesgo de padecer cáncer, sobre todo de pulmón y aparato respiratorio y digestivo. 
  • Desarrollo del síndrome amotivacional: con apatía, síntoma depresivos, sin ilusión por el futuro, desmotivación…… Enmascarado por el típico pasotismo

Fumar porros puede destrozarte la vida. Una vez desarrollada la adicción, es necesario realizar un tratamiento especializado.