En este artículo vamos a explicar qué es el Modelo Minnesota, un modelo de terapia de desintoxicación muy utilizado en EE.UU y en el resto del mundo. A partir de este modelo base, hemos generado unas pautas de tratamiento efectivo para todas aquellas personas que necesitan una rehabilitación total de las drogas.

Lo primero es conocer de donde surge “Modelo Minnesota”

El modelo surge de la llamada “Experiencia Minnesota”. En el estado de Minnesota, USA, surgieron entre 1.948 y 1.950 tres centros pioneros de tratamiento del alcoholismo, para cubrir la necesidad de atención a los alcohólicos que, hasta el momento, sólo recibían tratamiento hospitalario. Los tres centros: Pioneer House, Hazelden y Willmar State Hospital continúan buscando soluciones para la atención integral del enfermo alcohólico y/o adicto.

El modelo Minnesota rompió muchos paradigmas que se utilizaban en el tratamiento de las adicciones (prioritariamente el alcoholismo), proponiendo un tratamiento de rehabilitación intensivo, de corta duración que se encuentra a la vanguardia de los tratamientos actuales para las enfermedades adictivas.

Este modelo, permite que el paciente se incorpore rápidamente a sus actividades y que no se desligue de su entorno.
Se trata de un enfoque integral y multidisciplinar, basado en los Doce Pasos (AA y NA). El modelo parte de la base de que la adicción es una enfermedad sin cura conocida, pero con una recuperación posible.

 

ayudar a un ser querido

 

Se desmarca de otros tratamientos, al empezar a nombrar el alcoholismo como una enfermedad. De esta forma le quita el peso de la culpa al alcohólico, hablando más de las consecuencias de la enfermedad (como causas), que como parte de un defecto moral. El modelo Minnesota trabaja como eje fundamental la adicción como enfermedad cuyas consecuencias son de ámbito social, físico, mental, emocional y espiritual.

Se rompió el antiguo paradigma que afirmaba que la adicción era un síntoma de otra enfermedad o situación, empezando a tratarla como eje del problema. La adicción pasa a ser una enfermedad primaria, no una consecuencia. Este modelo se enfoca en una enfermedad que no tiene cura, que necesita de recuperación continua y que requiere de apoyo espiritual y de crecimiento personal.

En que se basa el Método

El Modelo Minnesota se basa en los siguientes supuestos básicos:

  1. La negación de la enfermedad. El componente común entre los alcohólicos y/o adictos es que beben/consumen demasiado, independientemente de su raza, su clase social y su forma de beber. Su vida se va convirtiendo en un cúmulo de despropósitos y autodestrucción, pero el alcohólico/adicto sigue bebiendo/consumiendo sin mesura.
  2. El Alcoholismo (y por tanto la adicción) es una enfermedad crónica, progresiva y mortal de necesidad si no se detiene.
  3. El enfermo alcohólico (el adicto) no es culpable (con sus acciones no se ha buscado la enfermedad). Al ser una enfermedad, el alcohólico (adicto) no es culpable (básico para entender el modelo).
  4. Es una enfermedad crónica y primaria. No es una enfermedad o síntoma subyacente.
  5. Se contemplan las adicciones “múltiples”. Como consecuencia de la químico-dependencia. El adicto puede tener una sustancia de preferencia (generalmente es así), pero en numerosas ocasiones, se convierte en un “quimicodependiente”, ya que sustituye su sustancia de preferencia por otra sustancia química que mantiene la adicción.
  6. El consumo de alcohol y/o droga es un síntoma de la enfermedad. Por eso, muchos profesionales cuando se elimina el consumo, creen que la enfermedad se ha curado.

Los 2 objetivos del Modelo Minnesota

El modelo contempla dos objetivos a largo plazo:

  1. La abstinencia completa de todo tipo de drogas (y la desaparición del deseo).
  2. Crear y construir una vida de calidad física, mental y emocional con un sentido, con un propósito (ESPIRITUALIDAD).

Para ello, el modelo plantea una serie de metas a corto plazo:

  1. Conseguir que el adicto y la familia acepten la enfermedad y sus consecuencias.
  2. Hacer ver al adicto y a la familia la necesidad de ayuda.
  3. Identificar las conductas que el adicto tiene que cambiar para poder iniciar una nueva vida sin drogas.
  4. Empujar y motivar a la acción constructiva para desarrollar una vida diferente.

Conclusión

Hoy en día los tratamientos de adicciones han ido perfeccionándose para cumplir con el objetivo de rehabilitar la paciente y tratar todos los ámbitos problemáticos de su vida. Ya que no existe una única y clara causa que lleva al consumo de drogas, es necesario abordar el tratamiento desde una perspectiva amplia, mejorando todos los aspectos que puedan influir en la intención del consumo y aprendiendo nuevas herramientas y métodos que sirvan para enfrentar problemas en el futuro, y dejar las drogas definitivamente.