El cannabis es la tercera droga más consumida en general en la población española después de la nicotina y del alcohol. Sin embargo, no se puede usar sin sufrir los efectos. Uno de ellos es el riesgo de sufrir una psicosis cannábica.
Psicosis Cannábica
El cannabis multiplica por dos el riesgo de sufrir un brote psicótico. Su abuso tiene diferentes consecuencias graves sobre la salud mental. Está estudiada su relación con la depresión, con el trastorno de ansiedad, con el trastorno de personalidad, bipolar, entre otros. Hay estudios sobre el uso habitual del hachís y su relación con la psicosis.
¿En qué consiste esta enfermedad?
Como suele consumirse fumada, el hachís llega inmediatamente al cerebro afectando a los receptores cannabinoides. En dosis pequeñas produce euforia, alivio del dolor o relajación. Sin embargo, su abuso puede generar paranoia y una pérdida de memoria a corto plazo.
El cannabis afecta a estructuras nerviosas que tienen gran cantidad de receptores cannabinoides como el hipocampo, relacionado con las emociones y la memoria y por otro lado, a la amígdala, que está relacionada con la agresión y el miedo.
El mecanismo de acción estaría relacionado con el aumento de dopamina que produce el cannabis. A mayor dopamina, mayor distorsión de percepción de la realidad.
La psicosis se produce cuando la persona empieza a sufrir una serie de fenómenos extraños. Los síntomas pueden ser:
- Ideas persecutorias o conspiratorias, por ejemplo, que alguien va a por ellos.
- Alucinaciones auditivas, como escuchar voces de personas que no están ahí.
- Ideas delirantes de grandeza. La creencia de que se es alguien de posición alta o que tiene poderes que nadie más posee. Creerse Dios, por ejemplo.
- Ideas autorreferenciales. Por ejemplo, sienten que la gente les espía, que hablan sobre ellos, que todos murmuran, que les difaman. O pensar que los mensaje que ven por la calle están dirigidos exclusivamente a ellos.
- Fenómenos de despersonalización y desrealización. Sentir de forma persistente que te estás observando desde fuera de tu cuerpo o que las cosas que te rodean no son reales.
- Todo esto provoca alta ansiedad
- Trastornos maniformes de ánimo
- Alteraciones de la conducta, conducta de aislamiento
- Aumento de la agresividad
- Afectación de las capacidades cognitivas
El trastorno psicótico inducido por cannabis suele durar más de una semana y requiere un tratamiento de abstinencia y farmacológico para que desaparezcan los síntomas.
Si hay una vuelta al consumo reaparecen de nuevo los cuadros psicóticos. El mayor riesgo de tener un brote psicótico es que puede desembocar en una esquizofrenia entre 40 y el 50% de los casos.
¿Quién puede sufrirla?
Los factores más influyentes son el inicio del consumo en edades tempranas, la dosis utilizada y la presencia de trastornos de personalidad. Pueden padecerlo:
- Jóvenes que comienzan a consumir en edades tempranas, 13, 14 años, que es la edad de inicio al consumo hoy día. La edad de inicio en este drogas es cada vez menor. Por esto se cree que se tendrán datos más fiables dentro de unos 10 años.
La plasticidad del cerebro es un factor de riesgo porque las drogas psicoactivas pueden realizar cambios en la estructura y por tanto en su funcionamiento de forma persistente. El cerebro termina su ciclo de maduración sobre los veintitantos años. Es decir, es más vulnerable a los efectos de las drogas psicoactivas.
Por tanto, cuanto antes se empieza a fumar, más probabilidades hay de desencadenar un brote psicótico. - Consumidores que utilizan dosis elevadas. Uso crónico. Se cree que las altas concentraciones del THC que hay en los nuevas plantas de marihuana igualmente puede ser un factor causal.
- Pacientes vulnerables para la esquizofrenia. Los pacientes esquizofrénicos presentan un mayor índice del consumo de esta sustancia, más que otros enfermos psiquiátricos. Utilizan el hachís como automedicación, sin ser conscientes en la mayoría de los casos. Esto se puede deber a que otros componentes del cannabis, como el CBD o cannabidiol, tiene la capacidad para mejorar a corto plazo la ansiedad y los sentimientos depresivos que acompañan a esta enfermedad. Los enfermos con esquizofrenia presentan anomalías en la función del sistema cannabinoide. Esto explicaría que tuvieran mayor predisposición a la esquizofrenia y también al abuso de cannabis. Sin embargo, a los pacientes que presentan esquizofrenia no les va bien fumar hachís porque el THC está relacionado con el comportamiento psicótico.
¿Cómo puedes evitarla?
- Reducir el THC. Fumar variedades más suaves. Lo lógico sería utilizar variedades de THC muy bajas o semillas que están alteradas genéticamente para contener más CBD. Parece que el THC es el responsable de los trastornos psicóticos mientras que el CBD previene o ayuda a prevenirlo.
- Ya que es difícil comprar este tipo de variedades con garantías o estar seguro de esta teoría porque los estudios no son concluyentes, lo más adecuado sería reducir las dosis o abandonar el consumo de cannabis.