La relación entre la adicción y otras enfermedades mentales es un nuevo reto en el mundo de las drogodependencias. Hoy vamos a presentarte qué es la patología dual y por qué es importante conocer su existencia.

Hay pacientes adictos que parecen abocados a un eterno espiral de ingresos y recaídas,  con enfermedades psiquiátricas anteriores o posteriores a la dependencia a sustancias. Fueron difíciles de diagnosticar y por eso en este post tratamos de aclarar qué es la  llamada patología dual. 

 

1 – ¿Qué es la Patología Dual? 

Es el término que se utiliza cuando en ocasiones la adicción viene acompañada por una segunda enfermedad psiquiátrica. Esta puede ser primaria al problema de la adicción, secundaria o simultanearse con esta.

Muchas veces es difícil un diagnóstico porque en ningún caso la sintomatología específica es de una entidad concreta. Por tanto, existen dudas de si es resultado de la intoxicación o de la abstinencia, o por el contrario,  es la manifestación de un trastorno psiquiátrico que estuviera subyacente. 

Estos enfermos fueron diagnosticados cuando los profesionales se dieron  cuenta de que había un grupo específico que parecía condenado al fracaso en el tratamiento de las adicciones. Se les llamaba pacientes de puerta giratoria, que salen y entran de hospitales y también de centros de rehabilitación pasando durante años por el triángulo de consumo, tratamiento y recaída. Y  vuelta a empezar. 

Por tanto, los pacientes con patología dual son enfermos con dos enfermedades: una, la adicción y otra psiquiátrica. 

Es importante conocerlo por los posibles diagnósticos que reciba el paciente. Ya que puede tratarse de trastornos derivados del consumo de sustancias.  Y porque puede hacer que el paciente no se trate de la adicción.

La Patología Dual  puede surgir de dos maneras:  

  • Pacientes con trastorno psiquiátrico previo, que comienzan con el  consumo de sustancias psicoactivas para aliviar sus síntomasPor ejemplo, está bien establecida la asociación entre psicosis y dependencia a drogas. Entre los ingresos psiquiátricos de pacientes con esquizofrenia casi la mitad presentan  patología dual. Se trata de la llamada Hipótesis de la automedicación. El consumo de sustancias incluidos los opioides,  podría compensar ciertos déficits propios de la esquizofrenia. Se recurriría al consumo como un intento de disminuir los efectos sedantes de algunos antipsicóticos. O también para paliar los síntomas negativos de la esquizofrenia.
  • Pacientes sin trastorno mental previo que desarrollan una psicopatología como  consecuencia del consumo de sustancias y porque tengan una vulnerabilidad o  predisposición individual. La relación entre la adicción y las enfermedades psiquiátricas se puede dar de la siguiente manera:
  1. La adicción al alcohol o otras sustancias psicoactivas potencia la aparición de síntomas asociados con prácticamente cualquier trastorno psiquiátrico. Sin embargo,  estos pueden desaparecer o persistir después de la abstinencia.
  2. Los síntomas psiquiátricos pueden aparecer de forma secundaria el consumo de sustancia
  3. Las enfermedades psiquiátricas y la  dependencia también pueden consistir de forma independiente
  4. La abstinencia del consumo puede precipitar la aparición de trastornos psiquiátricos. La sintomatología de la dependencia, durante los primeros meses de a la  abstinencia, conlleva un desequilibrio del sistema emocional. También por el propio craving  o deseo de consumir se pueden sufrir ataques de ira o ansiedad. Hay días que están eufóricos y otros muy bajos. 

Es posible que la patología dual se desencadene por un factor común de vulnerabilidad, ya sea genético, ambiental o de otro tipo.

 

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2 – ¿Cómo se trata la Patología Dual?

En cualquiera de los casos hay que tratar primero la adicción por varias razones:

  • En primer lugar, en ocasiones, se ha encontrado que una vez que se ha tratado la adicción, un trastorno mental diagnosticado previamente ha dejado de existir. Es frecuente, por ejemplo, encontrar a pacientes alcohólicos que han sido diagnosticados de depresión sin haber tenido en cuenta que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y que sea este el que probablemente haya producido los síntomas depresivos. Parece más acertado desintoxicar y deshabituar al paciente y ver qué queda después de retirar las sustancias del organismo. Para saber si persiste la depresión, el trastorno antisocial de personalidad, la bipolaridad, el déficit de atención, trastornos neuróticos varios o  episodios maníacos , etc. 
  • En segundo lugar, porque si existe un trastorno real y el paciente no deja de consumir, los psicofármacos que deba tomar para tratar dicho trastorno no producirán los efectos terapéuticos deseados. Todo lo contrario, con las drogas se pueden producir efectos indeseables o que se potencien los efectos de ambas sustancias.
  • Por último, el hecho de tratar la adicción primero permite aislar el segundo trastorno,  por lo que se podrá tratar con mayor efectividad y fiabilidad. Además se podrán ajustar mejor los medicamentos a las necesidades de los pacientes.

 

Existen una serie de problemas que complican el tratamiento de dependencia asociado a otro tratamiento psiquiátrico severo, sobre todo, las mutuas interferencias entre los diferentes tratamientos específicos, el hecho de que estos pacientes incumplan las prescripciones,  que vayan acompañados de una importante trastorno de la conducta en la familia o la falta real de recursos.