Como hemos comentado en el anterior post sobre el modelo minnesota, anteriormente a este modelo no existía un tratamiento claro, más bien protocolos de desintoxicación médica. El modelo aparece con la idea clara de desarrollar un programa de recuperación progresivo centrándose en el cuidado y no en la curación. Aparece un claro cambio de foco. La meta: ayudar al adicto a convivir con su enfermedad crónica.
Los 12 pasos del Modelo Minnesota
La filosofía básica del Programa, adoptó el modelo de los 12 Pasos de AA (Alcohólicos Anónimos), trabajando y compartiendo experiencias con miembros veteranos de AA.
Se planteó un enfoque multidisciplinar, en espacios clínicos, donde participaran equipos de trabajadores sociales, psiquiatras, médicos, psicólogos, sacerdotes y adictos en recuperación (que actuaran como modelos de recuperación), para trabajar mejor la empatía y la identificación.
Se empezó a trabajar en grupos, junto con alcohólicos en recuperación (ex alcohólicos en la jerga médica), y focalizados en la tarea de la propia Recuperación y pronto se observó que algunos pacientes se ayudaban mutuamente y sorprendió el hecho de que muchos pacientes, en el largo plazo, no necesitaran ayuda profesional, tan solo otro alcohólico en Recuperación.
Los pacientes tomaban papeles más activos en la Recuperación, al ayudarse unos a otros. Se fue descubriendo progresivamente que personas que no podían ayudarse a sí mismas, sí que podían ayudar a otros y eso hacía que se ayudaran mutuamente.
Empezaron a aparecer diferentes factores que hacían bueno el Modelo:
- Influencias beneficiosas del procedimiento de las reuniones de AA.
- Los puesta en común de comprensión y experiencia en los doce pasos.
- El anonimato protector dentro de las sesiones (reuniones de grupo), donde se trabajaban dichas exposiciones en común/conferencias. El anonimato consiste en que no se puede revelar, fuera de las reuniones, lo que se ha dicho y/u oído dentro de ellas.
- El anonimato protege e invita al adicto a que se exprese desde la honestidad y elimina la vergüenza tóxica, la culpa y el miedo a los juicios.
Conoce las Fases del modelo
Se plantean tres fases principales dentro del modelo
1ª Fase de aceptación de la «impotencia» ante las drogas
Durante esta Fase, se trabaja progresivamente la ACEPTACIÓN del adicto ante su no control del consumo de sustancias que alteren su comportamiento (consciencia). Se le invita a reconocer su impotencia ante este hecho y se le ayuda a aceptar que su vida se convierte en ingobernable, incontrolada y autodestructiva cuando consume sustancias que alteran su estado de ánimo. Se intenta romper con la negación. Se cambia el paradigma de “la fuerza de voluntad” (hay que decir que no al consumo, hay que ser valiente, hay que echarle valor a la vida) por la “buena voluntad” (ya que la fuerza de voluntad se acaba gastando se sugiere aceptar que las ganas de consumir son más fuertes que uno –en el tiempo- y que se necesita ayuda: “yo solo no puedo” y que esa ayuda estará a su disposición de por vida) Se cambia la “fuerza de voluntad” por la “buena voluntad” de pedir ayuda.
2ª Fase de reconocimiento de la necesidad de cambiar la vida
Durante esta Fase se pretende que el Adicto vaya encontrando en su interior la necesidad de cambiar de vida (nuevos hábitos, nuevas relaciones, nuevos lugares, algo que le motive…que le dé un sentido). Este cambio de vida es progresivo y se plantea asumiendo un día a la vez. Es absolutamente necesario que el adicto tome conciencia de la necesidad de cambiar de conducta para emprender una nueva vida. Aquí el paciente se apoya en el Programa, lo comprende, lo pone en marcha y empieza a trabajar los pasos como forma de vida, éste es el vehículo que le llevará a un cambio de vida duradero y necesario para su recuperación. Se invita al paciente a empezar a asistir a reuniones de 12 pasos: Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, Jugadores Anónimos, etc.…
3ª Fase de acción
Durante esta Fase del tratamiento, se ayuda al paciente a establecer un plan de acción y a actuar desde el primer día en su propia Recuperación. Se entiende que ya ha reconocido su impotencia, como falta de control, ante el consumo de drogas y/o alcohol y la necesidad de cambiar de vida, así que se empieza a crear una vida mejor y nueva, desde la abstinencia de todo tipo de drogas y/o alcohol. Es básico en esta Fase que el paciente pueda visualizar lo que va a necesitar para esa nueva vida, y nuestra misión es ayudarle a que pueda ver con claridad sus objetivos, sus recursos y los pasos que tiene que ir dando.
Pueden existir diferentes salidas:
- Volver a su zona habitual de vida: a su entorno, y continuar su tratamiento en un Centro de Día o gabinete psicológico asistiendo, además, a las reuniones de 12 pasos: AA, NA, JUGADORES ANÓNIMOS, CODA, según su necesidad.
- Acudir a una casa de medio-camino, o vivienda de apoyo a la reinserción (reinserción progresiva), donde busca una actividad laboral (remunerada o no) y se le sugiere que acuda también a las reuniones de 12 pasos.
- A algunos se les deriva para continuar su reinserción en una unidad de atención psicológica/psiquiátrica, por padecer algún otro tipo de patología mental: “Patología Dual”. Éstos últimos también son animados a apoyarse en las reuniones de 12 pasos.
El Centro, bajo este modelo, es un centro que trabaja de manera multidisciplinar, con la idea de que el adicto encuentre otra manera de vivir.
El conocimiento y la práctica de los 12 Pasos, que se enseña en el Centro, será después básica para que el adicto pueda llevar adelante su propia Recuperación.
Porcentaje de éxito del 80% con la continuidad del programa
El cuidado continuo del paciente es básico para que se MANTENGA en Recuperación al salir del Centro de tratamiento. Esto es algo que no tenemos que perder de vista durante todas las intervenciones. Se planeará una red de apoyo y cuidado para que el adicto se mantenga en contacto con su Recuperación y no con su adicción.
La primera fase del tratamiento se aborda, habitualmente, en un Centro Residencial. Es de muy corta duración, de veintiocho (la ultracorta) a noventa días. Con esta fase se obtiene un 30% de éxito en el largo plazo.
La segunda fase se desarrolla en una vivienda de reinserción o vivienda de medio camino. La duración de esta fase suele ser de tres a seis meses y se obtiene un 50% de éxito en el largo plazo.
La tercera fase se desarrolla en un Centro de Día. La duración de esta fase suele ser de tres años y las terapias, su cadencia y su intensidad son progresivas. Al principio se asiste de cuatro a cinco veces a la semana para terminar yendo tan solo una vez. Con esta fase y su continuidad de por vida (sólo por hoy) en los grupos de 12 pasos el porcentaje de éxito llega al 80%.
Conclusión
En definitiva, el Modelo Minnesota es uno de los mejores programas de recuperación ya que tiene los índices de éxito más altos en el largo plazo. Además el modelo no se contenta con la abstinencia completa de todo tipo de drogas sino que según sus objetivos también se persigue que el paciente sea feliz en su nueva vida y que esto lo pueda compartir con los demás llenando el vacío espiritual que deja el consumo.