A pesar de que, alrededor de este diagnóstico de “adicción al sexo” existe una gran controversia, pues entre otras cosas, se excluyó de la quinta edición del “Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales” (DSM-5), este trastorno del comportamiento se continúa estudiando en los  círculos de psicología y asesoramiento. En este sentido, todavía puede ser diagnosticada mediante los criterios del DSM-5 como “Otras disfunciones sexuales especificadas” o mediante la  “Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas de salud relacionados” (CIE-10) como “Otras disfunciones sexuales no debidas a una sustancia o condición fisiológica conocida”.

En este sentido, la “adicción al sexo” también denominada hipersexualidad o dependencia sexual patológica podría definirse como una necesidad compulsiva de realizar actos sexuales de la misma manera que una persona con una adicción a substancias (como el alcohol o las drogas) precisan su “dosis”.

En muchos casos, la adicción al sexo puede ser para la persona extremadamente peligrosa y provocar considerables dificultades en las relaciones. Al igual que la adicción a las drogas o al alcohol, suele afectar negativamente la salud física y mental, las relaciones personales, la calidad de vida y la seguridad de quien la padece.

Por lo general, la persona con adicción al sexo buscará múltiples parejas sexuales, aunque esto en sí mismo no es necesariamente un signo de un trastorno. También puede manifestarse como una necesidad compulsiva de masturbarse, mirar pornografía o estar en situaciones sexualmente estimulantes. De hecho, las personas que padecen este trastorno, pueden llegar a alterar significativamente su vida y sus actividades a fin de realizar actos sexuales varias veces al día y parecer incapaces de controlar su comportamiento a pesar de las graves consecuencias negativas.

Sintomatología

Puesto que la adicción al sexo no figura en el DSM-5, existe una controversia considerable con respecto a los criterios que constituyen una adicción.

Pero, entre sus características podríamos contar con que, por norma general, las personas con este tipo de trastorno tienden a ocultar su comportamiento e incluso puede mantener la condición en secreto a sus cónyuges, parejas y miembros de la familia, mintiendo sobre sus actividades o participar en ellas en momentos y lugares en los que no levantará sus sospechas.

Pero, otras veces los síntomas están presentes y son visibles. Y, podríamos afirmar que, una persona puede tener una adicción al sexo si presenta algunos o todos los siguientes signos:

  • fantasías y pensamientos sexuales crónicos y obsesivos
  • relaciones compulsivas con múltiples parejas, incluidos extraños
  • mentir para encubrir comportamientos
  • preocupación por tener relaciones sexuales, incluso cuando interfieren con la vida diaria, la productividad, el desempeño en el trabajo, etc.
  • incapacidad para detener o controlar comportamientos
  • ponerse en peligro a uno mismo o a otros a través del comportamiento sexual
  • sentir remordimiento o culpa después del sexo
  • sufrir otras consecuencias personales o profesionales negativas
  • síndrome de abstinencia cuando no se puede llevar a cabo la actividad sexual

Estos comportamientos compulsivos suelen tensar las relaciones, por ejemplo, con el estrés de la infidelidad, aunque algunas personas pueden afirmar que tienen una adicción al sexo como una forma de explicar la infidelidad en una relación.

Es importante recordar que disfrutar de la actividad sexual no es un signo de adicción al sexo. El sexo es una actividad humana saludable, y disfrutarlo es normal. Además, las diferencias en el nivel de interés sexual entre los miembros de la pareja no significan que uno de los miembros de la pareja tenga una adicción al sexo.

Debido a que el diagnóstico es controvertido, faltan opciones de tratamiento basadas en la evidencia.

Síntomas de la adicción al sexo

Consecuencias de la adicción al sexo

Lo que sí es seguro es que, esta dependencia patológica del sexo suele tener múltiples consecuencias muy negativas en la vida de la persona entre las que se incluyen:

  • Pérdida de control sobre la actividad y, por tanto, de autonomía y capacidad de decisión
  • Pérdida de autoestima
  • Agotamiento menta y físico
  • Cambios de humor
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Insomnio
  • Problemas y conflictos en las relaciones personales
  • Deudas a nivel económico
  • Conflictos laborales y bajo rendimiento en las actividades cotidianas
  • Autolesiones y excesos
  • Mayor posibilidad de contagio de ETS, entre otras.

Tratamiento de la adicción al sexo

Como cualquier otra adicción, existen tratamientos especializados y diferentes técnicas para tratar este problema. Cuando la adicción al sexo afecta de forma muy grave a la persona puede ser necesario el ingreso en una clínica a fin de ayudar a la persona a conseguir el objetivo de controlar la pulsión sexual.

Y, en todo caso, suele resultar necesario  recurrir a ayuda profesional y contar con el apoyo de un profesional de la salud mental que comprenda los métodos de actuación para estos casos de adicción.

En Recovery Centro, centro de tratamiento de Adicciones y Desintoxicación en Cádiz, disponemos de tratamientos específicos para la adicción al sexo, cuya finalidad es conseguir que el paciente aprenda a controlar sus impulsos y mejorar sus relaciones personales. Para ello, evaluamos la situación individual del paciente para conocer dónde tenemos que actuar en función de los hábitos que producen esa compulsividad.

Trabajamos tanto en régimen residencial, como ambulatorio.

Por este motivo, si necesitas ampliar la información o tienes alguna duda, puedes contactar con nosotros y, uno de nuestros profesionales, te asesorará al respecto.