La heroína es una de las sustancias más peligrosas y más adictivas que existen en nuestra sociedad. Una persona consumidora de heroína desarrolla tolerancia hacia la droga de forma muy temprana además de poder desarrollar una adicción prácticamente desde el primer consumo. Debido a su peligro, en este post hablaremos sobre las consecuencias de la adicción a la heroína.
Adicción a la heroína
La heroína es una sustancia que proviene de la familia de los opiáceos. Proviene de un tipo de amapola, pero aún así no se trata de una sustancia “natural”. Suele estar mezclada con otro tipo de sustancias y químicos, que son los que le otorgan su aspecto y efectos finales.
El consumo de heroína afecta de forma muy potente al Sistema Nervioso Central y provoca tolerancia y dependencia de forma muy temprana. De hecho, es posible desarrollar una adicción a la heroína desde el primer consumo, al igual que ocurre con el consumo de cocaína.
La adicción a la heroína produce una dependencia física muy fuerte, y los efectos del síndrome de abstinencia aparecen muy pronto (y son muy desagradables e incluso pueden ser mortales). Es por esto, que es necesario iniciar un tratamiento de adicciones de la mano de profesionales para superar la adicción. Ellos son los que saben cómo controlar el síndrome de abstinencia y como el adicto puede superar su enfermedad. Intentar dejar la heroína sin ayuda puede ser peligroso.
Además del peligro que de por sí tiene una adicción, las consecuencias de la adicción a la heroína van desde problemas psicológicos hasta padecer enfermedades, e incluso se corre el riesgo de fallecimiento por sobredosis.
Consecuencias de la adicción a la heroína
El consumo prolongado de heroína, y su consecuente adicción, provocan cambios en la estructura cerebral, que afectan al sistema neuronal y a la regulación hormonal. Estos cambios, son muy difíciles de revertir, y pueden causar daños prácticamente irreparables.
Se altera la capacidad de tomar decisiones, afecta al comportamiento y cambian las respuestas que una persona suele tener ante situaciones de estrés. El consumidor se acostumbra muy rápido a los efectos de esta sustancia. La tolerancia y la dependencia aparecen muy pronto y, como consecuencia, los efectos negativos de su consumo también lo hacen.
Pero también, aparte del daño neurológico, la adicción a la heroína tiene consecuencias físicas y puede producir ciertas enfermedades:
- Daños nasales por su consumo por inhalación
- Daños en hígado y riñones
- Riesgo de sufrir enfermedades infecciosas como la hepatitis o el VIH al compartir jeringuillas
- Infecciones en el corazón
- Otros problemas cardiovasculares como trombosis
- Problemas en la piel por aparición de abscesos
- Náuseas
No hay que olvidar, que la heroína crea una tolerancia y una dependencia física muy fuertes. La necesidad de encontrar los efectos que se sentían en los primeros consumos, unida a su tolerancia, hace que los adictos aumenten las dosis de su consumo con el paso del tiempo. Esto aumenta la probabilidad de que el adicto sufra una sobredosis, y que pueda entrar en coma o incluso fallecer.
Tratamiento de adicción a la heroína
La adicción a la heroína, es un mal que lleva azotando nuestra sociedad desde hace mucho tiempo. Aunque parezca que aquellos tiempos negros de los años 80 se hayan disipado, la heroína no ha desaparecido.
Aún existe un número muy considerable de personas que sufren adicción a esta sustancia tan peligrosa como letal. Cuando se está atravesando esta enfermedad, la ayuda especializada y el tratamiento adecuado son la mejor ayuda para superar el mal trago.
En nuestro centro de ingreso Recovery, podemos ayudarte con tu adicción a la heroína. Ofrecemos un tratamiento integral de la mano de los mejores profesionales garantizando una recuperación completa de tu adicción y ayudándote a afrontar los momentos de debilidad para evitar recaídas.
Contacta con nosotros sin compromiso. La primera consulta es gratuita.
