El riesgo a la recaída siempre va a estar ahí y de hecho es uno de los miedos mayores de las personas que entran en tratamiento. Después de algún tiempo limpio, se puede producir una recaída. Pueden llegar después de meses o años sin consumir. Parece que la droga siempre gana. ¿Cómo se puede prevenir una vuelta al consumo de drogas? Dejar las drogas es un proceso en el que el adicto debe tener en cuenta ciertos aspectos. 

 

¿Cómo evitar una recaída en las drogas?

Parece más lógico recaer durante el primer año o segundo, pero es posible volver a caer después de muchos años también. Las causas de mayor peso son consecutivas y son olvidarse de que uno es un adicto, no seguir aplicando lo que se ha aprendido durante un tratamiento de rehabilitación y repetir las conductas que se tenían cuando se consumía. Hay que combatir estos tres motivos.

 

1. No te olvides de la enfermedad que tienes

Se llama  adicción y es crónica. Te puedes recuperar, pero no curar. Creerse que uno está curado es una causa de caer otra vez porque dejas de hacer lo que debes, lo que has aprendido en tu tratamiento. No dejes de priorizarte, de cuidarte.  Si lo haces no estarás atento a las señales y no verás las alarmas saltar cuando les toca. La consecuencia de esto es que caerás en el punto 2 y 3 siguientes. No importa el tiempo que haga que estás sin consumir.

La recaída es un proceso. Hay una serie de pistas que debemos identificar para evitar volver a las drogas. Esas pistas son las actitudes de antes y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La adicción es un  trastorno del comportamiento. Por tanto, hay que trabajar desde la conducta adictiva.

 

2. Evita hacer la misma vida que antes

Después de la desintoxicación, pasan unos meses y parce que ya estás bien. Sigues el tratamiento, pasas la rehabilitación. Ya has renunciado a tus amigos y a tu vida de consumo. Y crees que ya estás bien. Pero no lo estás. El momento de verse otra vez con el porro en la mano, la copa en la barra o la raya en la  mesa, es el momento en que se materializa el hecho de que ya habías vuelto a tener el mismo estilo de vida.

Atento al momento de volver a dirigir tu vida y tomar tus decisiones, a quién ves y cómo vas a vivir. Si las tomas sin ayuda, las tomas mal porque vas directo a lo mismo. Es lo normal, porque estás diseñado para acercarte a la droga. Si llevas la misma vida que cuando consumías, volverás a drogarte. Salir mucho de fiesta, ligar de más, llevar una vida caótica, salir y entrar con tus amigos de siempre, no cuidarte y estar en ambientes con sustancias,  hará que caigas en ellas.

Es posible que tu estilo de vida no fuera de desenfreno, por la edad o tu historial de consumo. Da lo mismo. Tampoco es aconsejable llevar la misma vida. Tu estilo de vida debe ser otro al que tenías cuando consumías.

Se puede salir, ver a amigos, divertirse, se puede hacer de todo excepto consumir. Pero tu cabeza no va a distinguir que la situación es diferente si todo lo demás coincide con lo de antes.

 

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3. No volver a comportarse como el de antes

Si llevas la misma vida, te comportarás como la persona que eras mientras te drogabas. Si no la llevas, pero actúas igual, estamos en las mismas. Repetirás conductas  de tu personaje de consumo.

Alertas: Volver a mentir, saltarse las normas, no tener ganas de hacer nada, creer tener la razón, imponer tu opinión sólo por ser la tuya,  rumiar en tu cabeza contra otros, dejar de cuidarte y abandonar los hábitos sanos que aprendiste, creerte una víctima de todo, dedicar demasiado tiempo a quien o a lo que no debes, tener relaciones sexuales no sanas, etc.  

Cuando vueles a repetir las  conductas adictivas, tu cabeza volverá a tener los síntomas de la enfermedad. La apatía, el aburrimiento, el vacío, la  infelicidad, la irritabilidad, los cambios de humor y otros son señales. Aparecerá la ira en sus diferentes formatos, entonces te sorprenderás a ti mismo pensando mal de los demás.

Volverás  a sentirte el de antes, a discutir mucho con tu pareja o familiares, a tirarte el días en el sofá sintiéndote apático porque ya no te llena nada otra vez. Dejarás de hacer ejercicio o  de hacer lo que te ha llevado tanto tiempo saber que te sienta bien.

Y nada te llena.  Lo que habías conseguido, los grandes logros, disfrutar, divertirte, tener hábitos saludables, vivir con dignidad, ser útil en tu sociedad,  ser bueno en tu trabajo y muchos más. Todos esos objetivos alcanzados durante todos estos años le parecerán poco a tu cabeza y un día, tomarás otra vez, ¿sin saber cómo?